domingo, 25 de octubre de 2009

Primeras meditaciones.

¡Hola a todos los que os aburrais tanto como para leerme!

Me llamo lassavins, y he decidido crear este blog para relatar las vivencias que me ocurran mientras hago turismo por este extraño e inverosimil pasaje; la vida.

La vida es algo muy extraño. No existe el blanco, ni existe el negro. No existe el bien, pero tampoco en mal. Y sin embargo, siempre somos capaces de diferenciar los dos extremos de un matiz; pero casi nunca somos capaces de apreciar o valorar, los matices intermedios que existen y tienen la misma relevancia que los extremos.

Al igual que los históricos griegos vivían en una sociedad basada en dioses de su invención, la sociedad en la que hoy vivimos, está basada en la superficialidad. En las modas. En la impersonalidad.

Nos ha tocado nacer en una epoca del mundo, en la que estamos obligados, cual borregos por el pasto, a seguir al pastor. Lo malo es que ese pastor no suele guiarnos hacia verdes y fructíferos prados; suele guiarnos hacia una orgía de sangre repleta de competitividad impura e irracional, en la que se repudia la libertad de expresión y donde todos los borregos debemos caminar de la misma forma.

Dejando de lado las metáforas. A día de hoy, todos nosotros estamos socialmente forzados a opinar unas cosas. A vestir de una manera. A escuchar un tipo de música. A hacer cosas que no queremos hacer. ¿En qué medida? Pues bien. Hay gente con menor fortaleza psíquica, que acaba siendo el perfecto modelo de la sociedad. Un tiarrón fortote, vestido de marca y con estilo. ¿Que hay detrás de ese modelo? Generalmente suele ser una persona tan acomplejada de sí misma como para matarse a pesas para ser capaz de mirarse día a día en el espejo, a la que sus papás le compran ropa cara con que chasquen el dedo y que dedican la mayor parte de su tiempo libre a conseguir que los demás le idolatren.

Luego qué pasa. La gente crece, cambia, madura. Deja de idolatrar a los demás. Los ánimos se calman.

Los papás se mueren, y dejan de comprarle ropa cara al nene de turno para que se sienta guay. Y como al nene de turno le han estado pagando el gimnasio, la ropa cara y todas sus estupideces durante X años...Se queda solo, indefenso y sin saber que hacer. Y cuando está en la calle, mendigando y parasitando entre sus amigos o familiares porque no es capaz de sostenerse a si mismo; entonces, se quejarán del paro, de la crisis financiera, y de la falta de cuidados sociales. Sí. Ese rollo me lo conozco.

Pues ese parásito de la sociedad, que mendiga entre otras personas dignas de serlo, ya no es modelo de la sociedad. Es un parásito repudiado por todos. Pero lo es porque fué modelo de sociedad. ¡Qué orgullo! Seguro que era la "reostia", cuando sus papás le compraban ropa cara y le afiliaban a gimnasios para que se sintiera cachas, malote y con derecho a mirar a las demás personas por encima del hombro. Mira cómo acaba esa clase de gente. Tuviste tu epoca de gloria; Pero ahora te ha tocado darte de bruces con la vida, amigo. Con la vida de verdad, y no con el cuento de teletubbies en el que tus padres te tenían encerrado.

¿Es culpa suya? Sí y no, a medias. Hay matices intermedios dignos de ser valorados. Sus papás le han permitido convertirse en ese despojo, pero el despojo en sí no ha hecho nada para evitar serlo; por tanto, si es culpa suya o no, es relativo.

¿Cuál es la alternativa? hay muchas. Vamos a hablar de extremos, ya que los matices medios pasan desapercibidos a nuestros ojos. Los llamados "Empollones", que vienen a ser lo contrario de los "Malotes niños de papá". Estas personas son extremistas. Evitan ser o relacionarse con "Malotes niños de papá", pero al hacerlo, y sin darse cuenta, también evitan a tooodos los matices medios (gente amistosa que sólo quiere divertirse y vivir felices, amigos para toda la vida...) Se aíslan parcialmente de la sociedad y se encierran en un castillo de sabiduría teórica, que les dará una cantidad incontable de experiencia teórica catapultadora; Peeero, a la hora de salir a la calle y vivir la práctica, caerán de bruces.

No han sido "Malotes niños de papá", pero sin embargo, en ciertos términos, han fracasado en su vida. Han convertido un medio en un fin, y han perdido el verdadero fin de esta vida. ¿Cual es? Cada uno tiene su punto de vista. Para mi, el verdadero fin de esta vida es la felicidad, completa, absoluta y permanente.

Si si, si os fijais, todo gira entorno al objetivo de ser felices, lo mires por donde lo mires; Estos malotes niños de papá, lo son porque así se sienten superiores, se sienten mejores que los demás. ¿Acaso no te sientes feliz cuando te crees que eres superior?
Los "empollones", dedican su vida a estudiar o trabajar porque opinan que es lo correcto. ¿Acaso no es satisfactoria la sensación de que actúas como debes actuar?

¿Yo? Yo tengo un orden de prioridades bastante distinto. Para mí, lo más importante no es sentirme superior, ni sentir que hago lo correcto en la vida; no lo es, porque ambas cosas son imposibles. Nunca seré superior a nadie, y nunca seré capaz de hacerlo todo correctamente. Así pues, lo más imporante para mí es ser querido.

Ser apreciado. Que alguien te admire por algo que hayas logrado. Es una sensación que implica muchas cosas encerradas en un mismo cofre; te sientes orgulloso de tí mismo, por ser capaz de destacar por algo; te sientes agradecido, hacia aquellas personas que aprecian en tí lo que aprecian; te sientes feliz, porque tienes personas a tu lado, y sabes que no es por obligación; sino porque ellas están contentas de estar contigo.

Me estoy enrollando mucho, para ser mi primer post. Son muchas las reflexiones que me surgen sobre la vida que pasa irremediablemente rápido ante mis ojos; trataré de calcarlas todas aquí con la mayor expresividad y constancia posibles.

¡Espero que os resulte interesante!

1 comentario:

  1. Para ti, desde donde estoy yo, el mejor de mis silencios y el más cercano de los abrazos.

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